domingo, 27 de octubre de 2013

Lightseeker

Mantenme encendida una luz
por si volviera de noche
o no supiera encontrar el camino.
Déjame una luz,
la del pasillo.

Si quieres deja también una bala
-no te preocupes, yo llevaré el arma
con la que murió el último de mis amigos
por su propia mano-
o una cuerda debajo de la viga
que alguna vez sostuvo mis sueños.

Prende una estrella
o quema un poema de Storni
o reza por mi una oración ente tu dios,
para mí da lo mismo
siempre y cuando seas tú
y nadie más
quien lo haga.

¿Te dije te quiero?
Creo que no,
no había motivo
para una mentira
(ahora te quiero).
Poco a poco oscurece,
en donde estoy el día no dura tanto,
¿me enciendes un faro?

Acá los faros están cubiertos de salitre,
hace mucho que no fumo,
ya lo sabes, la nube de muerte en mis pulmones
ese afán de no dejarla gobernarme.
¿Quieres que te lleve una flor
cuando pase a donde estás?
La dejaré junto a tu cama antes de irme.
Prométeme que cuando la veas
llamarás a alguien más para que descubra mi cadáver.
No salgas de la habitación al escuchar el disparo
o al oír como cruje el techo.

Por ahora, mantenme encendida una luz,
cuando yo llegue,
la apago.

C.A.E.