viernes, 18 de julio de 2014

Otra canción triste

...para sentirte acompañado
cuando te sientes vencido...
Enrique Bunbury
En un momento dado
 ahí estás,
frente a tu padre.
 Y le gritas que quieres morirte
y lo acusas de darte la vida.

Amanece y la tierra aún gira
y te hace viajar veloz
a través el universo
que tampoco muere
y quieres vomitarlo todo.

Y discutes con tu esposo
y tu amante te tira la plancha
y conoces a alguien por la calle
y decide que mejor se va a dormir a su casa,
sólo.

Anochece y la lluvia también cae
y sientes que tus huesos caen
y que necesitas romper los aparadores
para que los vidrios y la sangre
también caigan.
All are there, for ever falling,
falling lovely and amazing.

Y te vas a dormir
pero la cama ya no es tu cama
y la almohada tiene sus propios sueños
y no los comparte contigo
y una pesadilla regresa
de cuando aún no tenías ni doce años
y despiertas llorando
y sin cobija.

Aún no amanece,
te ocultan un techo
y sus telarañas
de las nubes negras;
abres la regadera
vuelve la lluvia
y con el rastrillo
te cortas al rasurarte.

Y la sangre cae y se desvanece
y piensas que debería haber más
y sientes que no deberías pensar
que no fue por error la herida
y que debería haber sido más profunda.
En la femoral o en el cuello.
De muerte.

Pero te pasas un poco de agua
porque te sabes incapaz de matarte
o de hacer cualquier otra cosa.

Y en un momento dado
ahí estás,
frente al espejo.

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