viernes, 14 de diciembre de 2012

Estado de espera

Ahora sólo tengo que dejar pasar el tiempo. Mañana atravesaré ciento veinte kilómetros para dejar de esperar. Por ahora no tengo nada más que hacer que leer un libro que ya he leído como cinco veces y que seguramente volveré a leer; quizá lo termine mañana en el autobús, llevaré también otro por si las dudas.
Por ahora estoy en estado de espera, sentado en un enorme jardín y con la computadora sobre las piernas, el libro lo tengo en el portafolios. Ahora no lo quiero sacar, tiene una portada muy llamativa y la gente se le queda viendo, eso no me deja leer cómodamente. Mejor escribo esta suerte de diario (como el personaje de la novela) y admiro la fauna que corretea sobre mi teclado. No es como en el cuento de Ramos Tiscareño, en el que algo corre y se esconde bajo las teclas como una suerte de Ouija. No. La fauna de mi teclado lo recorre. Jamás había visto un insecto palo real hasta que lo vi sobre el número cinco y luego caminó sobre el ocho y el nuevo y el asterisco y así sobre la bocina y luego sobre mi rodilla y después se perdió en el pasto. Así pasan también insectos verdes y negros y hasta una mariquita que se posó sobre el botón para apagar la computadora. Yo sigo tecleando como si nada. Mientras no los aplaste o me aplasten ellos a mí, no hay nada de que preocuparse (siempre y cuando no sea una araña, a excepción de las garrapatas, cualquier arácnido me provoca repulsión).
No hay sólo fauna en mi computadora. Cuando el viento sopla poniente, las agujas de los pinos que me cubren del sol caen sobre mí y algunas rebotan, esas sí las quito, en seguido. A todas menos a una, se ha atorado entre el cristal de la pantalla y el plástico que la une con el teclado, tendré que ingeniármelas para largar esa aguja de allí. Por ahora no. Ahora estoy en espera.
I go through all this before you wake up so I can feel happier te be safe up here with you. Escucho a Björk mientras pienso que tiraré todo, que he dejado caer el peso sobre mi espalda y dejaré que las cosas sigan cayendo, still throwing things off I listen to the sounds they make on their way down. Por ahora espero. Mañana saldré a medio día. Aunque se me caiga medio mundo.

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